Julian Alaphilippe
Julian Alaphilippe es un ciclista profesional francés conocido por su versatilidad y su explosivo estilo de competición. Es célebre por su capacidad para destacar en distintos tipos de terreno y por su carismática personalidad, que le han convertido en uno de los corredores favoritos de los aficionados al ciclismo.
El ritmo es clave para entender al ciclista francés Julian Alaphilippe, varias veces campeón del mundo. Su padre «Jo» era director de orquesta y batería. De joven, Julian actuó en el festival de música de Montluçon, su ciudad natal. En sus primeros años de adolescencia seguía aporreando la batería y llegó a plantearse una carrera musical. «Nunca podía concentrarme en clase, siempre fui demasiado hiperactivo».
Sin embargo, esa energía pronto se canalizó hacia los músculos de sus piernas. Julian hizo sus pinitos con la bicicleta a los 13 años demostrando una habilidad excepcional. Su sentido de la percusión le valió un temprano éxito en competiciones muy exigentes como el ciclocrós, sorteando todo tipo de obstáculos en el menor tiempo posible, codo con codo con el resto de competidores. Julian se esforzaba al máximo, mientras que su padre Jo nunca andaba lejos, siguiéndole en coche por la noche para que pudiera entrenar a la luz de los faros.
Su especialidad era adoptar la posición «Superman» encima de la bici para volar a toda velocidad por el circuito. Las cosas empezaron a despegar en el Tour de Bretaña de 2013, momento en el que se convirtió en el firme favorito del público local. Su éxito y su carisma le valieron el título de «mejor deportista de Francia». Conseguir el maillot amarillo en el Tour de Francia el Día de la Bastilla en 2019 sin duda ayudó...
Alaphilippe ganó el Campeonato Mundial de Ciclismo en Ruta de la UCI en 2020 y 2021, convirtiéndose en el primer francés en ganar este título desde Laurent Brochard en 1997 y el primero en ganar dos títulos consecutivos desde Paolo Bettini. También obtuvo resultados fantásticos en carreras de un día, llegando a conquistar prestigiosos monumentos como la Milán-San Remo en 2019 y La Flecha Valona en múltiples ocasiones (2018, 2019, 2021).
Julian sigue siendo analítico sobre su carrera y lo que le ha llevado al éxito. En 2021 («mi año arco iris») escribió un libro en el que repasa su recorrido desde la duda hasta el triunfo, analizando métodos para superar el fracaso. La obra también hace hincapié en la importancia de la familia. La cruda emoción reflejada en el rostro de Julian conmovió a toda Francia cuando ganó una etapa del Tour de Francia días después de que falleciera su padre. El hecho de que decidiera no acudir a los Juegos Olímpicos de Tokio y abandonar el Tour de Suiza antes de tiempo para no perderse el nacimiento de su hijo Nino es una prueba más de la importancia que le da a la familia.
«Sigo concentrado en los objetivos que me he marcado. Mi motor es que el ciclismo es para mí un placer, algo que me encanta. Pero también es cierto que necesito cierto grado de incertidumbre. Es lo que me empuja a seguir». Tal vez el empuje de Julian sea propio de quienes se han criado en una ciudad especialmente bella del centro de Francia como Saint-Amand-Montrond. Literalmente significa «Santo Amand Colina Redonda». Sin duda, «Juju» recorrerá muchas más colinas en los próximos años.